Hoy hemos tenido una sorpresa que por más vueltas que le hemos dado no conseguíamos adivinar.
Un papel blanco en el suelo “¡vamos a pintar!” pero ¿con qué?… “¡con pinturas!, ¡con rotus!, ¡con lápices!, ¡con las manos!, ¡noooooo! ¡con pinceles!…”. Caras de ilusión, de intriga, ganas de saber. “Frío, frío”… “¡vamos a pintar con HIELO!”. Todos se han arremolinado en torno a la caja donde la seño traía los vasitos con hielos de colores.
Lo que ellos no sabían es que mientras garabateaban estaban desarrollando su imaginación y creatividad, expresando sus emociones, experimentando, ampliando los horizontes de su mundo y construyendo su identidad personal, entre otras.
¿El resultado? Aquí lo tenéis.